La piel con acné es una piel particular. Es fundamental mantenerla limpia, para reducir las bacterias y la inflamación y poder aplicar después productos de tratamiento específicos. Demak'Up te da algunos consejos sobre cómo desmaquillar bien una piel con acné.
¿Por qué desmaquillar una piel con acné?
Desmaquillarse es el primer paso para limpiar la piel. Y la limpieza es especialmente importante para la salud de la piel con acné.
El acné se asocia a la adolescencia, pero puede aparecer en cualquier etapa de la vida, especialmente como consecuencia de los cambios hormonales. El movimiento «Body Positive» ha sido de gran ayuda para promover la aceptación de todos los cuerpos y tipos de piel, pero los granos de acné pueden seguir siendo motivo de inseguridades. Es tentador camuflar el acné con maquillaje durante el día, lo que hace aún más importante limpiar la piel de manera adecuada por la noche.
Doble limpieza: la piel con acné necesita estar limpia
Especialmente si estás siguiendo un tratamiento específico para el acné, aplicarlo sobre la piel perfectamente limpia es esencial. La mejor manera de hacerlo es lo que se conoce como doble limpieza: no debes limitarte al desmaquillante, desmaquíllate primero y luego vuelve a limpiar la piel con un producto adecuado.
Paso 1: Desmaquillarse
Puedes elegir un desmaquillante diseñado para pieles con tendencia acneica. Retírate el pelo de la cara y aplica una cantidad generosa de desmaquillante, sin olvidar las sienes y el cuello. Utiliza uno de tus discos de algodón desmaquillantes Demak'Up y limpia tu rostro con movimientos suaves y circulares. Es mejor aplicar el desmaquillante y el algodón una segunda vez que hacerlo solo una vez de forma demasiado brusca. La piel propensa al acné puede ser muy reactiva, y los gestos muy bruscos pueden estimular los puntos negros o causar heridas en la piel al «arrancar» los granos.
Si utilizas maquillajes de alta cobertura, utiliza los discos desmaquillantes Demak'Up Expert : tienen una cara suave y otra en forma de nido de abeja, que mantiene su estructura incluso cuando están húmedos y permiten eliminar todo tipo de maquillaje, también el waterproof.
Paso 2: Limpiar
Una vez que la piel con acné está desmaquillada, es el momento de limpiar. El objetivo es completar la limpieza eliminando los últimos restos de producto de la epidermis. Existen muchos limpiadores faciales, pero lo mejor es elegir una fórmula adaptada para pieles con acné. Aplica el producto con las manos limpias.
Aclara bien el producto y seca la piel del rostro con una toalla limpia (lo ideal es una toalla específica para el rostro, que debes cambiar cada tres días para evitar que las bacterias se queden y se multipliquen en ella). Seca la piel con suaves golpecitos, sin frotarla, pues podrías provocar lesiones en la piel con acné o acentuar la irritación y la inflamación.
Una vez que la piel con acné está perfectamente limpia, ya estará lista para recibir los distintos productos de la rutina de tratamiento o las cremas médicas. ¿Quieres saber más acerca del cuidado facial? Descúbrelo aquí qué discos desmaquillantes elegir según tu tipo de piel.
