
Como probablemente ya sepas, limpiar el rostro correctamente es una parte crucial de tu rutina de belleza. Pero, ¿cómo limpiar eficazmente la piel del rostro? Aquí tienes algunos consejos de Demak'Up para desmaquillarte con éxito.
- Empieza desmaquillando el rostro, aplicando un desmaquillante adecuado a tu tipo de piel en unos discos de algodón y realizando suaves movimientos circulares.
- A continuación, utiliza un limpiador facial adecuado a tu tipo de piel para eliminar todas las impurezas.
- Aplica una loción adecuada a tu tipo de piel en un disco de algodón para completar la limpieza y revitaliza la piel dando suaves golpecitos.
- No olvides completar tu rutina de belleza hidratando la piel.
Piel del rostro: opta por un cuidado a medida
La piel del rostro está muy expuesta a diario. Variaciones climáticas, rayos UV, contaminación, agresiones externas: tanto en invierno como en verano, la piel del rostro tiene que soportar condiciones a veces difíciles.
La piel del rostro también puede ser muy sensible, seca y reactiva, por no hablar de la piel del contorno de los ojos, que es muy fina. En resumen, cuidar la piel es esencial y la limpieza del rostro es el primer paso clave para conseguirlo.
Sea cual sea tu tipo de piel, aquí tienes algunos consejos para limpiar la piel del rostro.
Rutina especial de cuidado facial
Existen varias rutinas de belleza, dependiendo de tu edad, tipo de piel, deseos y necesidades. Tanto si te aplicas varios productos para el cuidado de la piel por la mañana y por la noche, como si optas simplemente por hidratarla, es esencial hacerlo sobre una piel bien limpia. Y, para lucir una piel perfectamente limpia, el secreto es la doble limpieza.
Por la mañana: eliminar las impurezas acumuladas en la cara durante la noche
Durante la noche, la piel acumula células muertas, sebo, sudor y bacterias, que pueden obstruir los poros y causar problemas cutáneos como granos y espinillas. Esto es especialmente cierto en el caso de las pieles grasas con imperfecciones, que deben limpiarse con cuidado. La limpieza matutina elimina estas impurezas y prepara la piel para los productos hidratantes y protectores que puedes aplicar después.
Utiliza un limpiador suave para no resecar la piel, ya que esto podría provocar una sobreproducción de sebo: cuando la epidermis se seca, intenta restablecer el equilibrio natural de hidratación de la piel produciendo más «grasa».
A continuación, aplica una loción para eliminar la cal del agua que queda sobre la piel. Empapa un algodón en la loción y pásalo por el rostro. Desliza suavemente el disco de algodón por las mejillas, la frente, la nariz, la barbilla... También puedes pasar suavemente el disco de algodón por el contorno de los ojos, pero con mucha suavidad, dando ligeros golpecitos. Además, la loción energiza la piel gracias a los principios activos que contiene.
Una vez hecho esto, estarás despierta y habrás estimulado la circulación de la sangre bajo la piel del rostro: la inflamación de los párpados debería empezar a bajar, las marcas de las sábanas habrán desaparecido...
Y, sobre todo, ¡tu piel estará limpia! Después de limpiarla dos veces, ya estará lista para ser hidratada y recibir los productos de tu rutina de belleza, sin olvidar la aplicación de protección solar.
Por la noche: prepara tu piel para la regeneración
Limpiar el rostro dos veces es aún más importante por la noche, ya que la piel ha estado expuesta al sol, al viento y a la contaminación durante todo el día.
Empieza por desmaquillarte, incluso si no te has maquillado. El desmaquillante eliminará las impurezas acumuladas en la piel a lo largo del día. Empapa un disco de algodón y pásalo por el rostro con suaves movimientos circulares.
A continuación, limpia tu rostro con un limpiador adaptado a tu tipo de piel y aclara con agua tibia. Limpiar bien el rostro por la noche ayuda a eliminar las impurezas, los restos de maquillaje y los contaminantes que se han acumulado en la piel a lo largo del día. Esto ayuda a prevenir la obstrucción de los poros y la aparición de granos, a mejorar la calidad de la piel y a prevenir el envejecimiento prematuro. Además, así permites que la piel se regenere durante la noche, ya que mientras dormimos se produce un proceso de regeneración natural.
La piel de tu rostro ya está perfectamente limpia; solo tienes que darle una buena noche de sueño.
¿Un último consejo? No te olvides del cuello. La piel del cuello está casi tan expuesta como la del rostro, pero tendemos a olvidarnos de ella a la hora de limpiarla, hidratarla y protegerla del sol. Por eso, cuando te limpies el rostro por la noche, no olvides aplicar los productos también en el cuello y el escote.
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